domingo, 5 de septiembre de 2010

Ruta de las Atalayas 2010 desde Rello a Bordecorex


Este evento consiste en recorrer las atalayas islámicas del siglo X que jalonan los pueblos de Bordecorex y Rello en el sur de la provincia de Soria. Estas atalayas servían de vigilancia de la línea fronteriza entre los Reinos Cristianos y Árabes de la España peninsular.

El sábado 28 de agosto de 2010 aparecimos por el pueblo amurallado de Rello, cargados de sueño, dispuestos para la ocasión: la IX Ruta de las Atalayas Islámicas. La predicción meteorológica indicaba no más de 29º y era jornada propicia para andar. Se desayunó migas, elaboradas por las dos asociaciones convocantes, y el reparto de camisetas y gorras fue perfecto. Cuando te inscribes comunicas la talla y se te entrega esa camiseta el día de la partida, el sombrero es talla única, y las listas de inscritos están divididos por pueblos de la comarca. Nosotros nos inscribimos en Bordecorex. Antes de partir, se hizo una foto de grupo que sería publicada al día siguiente por el Heraldo de Soria (29-08-2010 pág.13).

El comienzo de la ruta no se vio amenazado como durante el año pasado por el calor. Todo parecía ir viento en popa hasta que, los dos pequeños integrantes de Trayectorias que viajaban con nosotros se percataron que un camión-escoba nos seguía. Tras llegar a la primera atalaya islámica, la de Tiñon, se quisieron subir al cajón del camión que estaba repleto de viandas y refrescos. El receso fue corto, no sin antes visitar la torre, y se continuó mediocampo a través hacia la siguiente atalaya, la de Ojaraca.
El trayecto hasta La Ojaraca resultó sin novedad y aquí, la parada fue más larga, la necesaria para reponer fuerzas a base de bocadillos de chorizo y panceta que el camión de avituallamiento repartía entre los caminantes. Tampoco faltaron refrescos, agua, cerveza y bota de vino. Desde esta torre se divisa el valle del río Escalote y del Torete, el castillo de Berlanga de Duero, el castillo de Gormaz y varias atalayas más. Es la de la Ojaraca la atalaya peor conservaba, medio en ruina. Otros años había alguien que ofrecía un discurso a la concurrencia sobre el tema pero esta vez, no ocurrió. Parte de los momentos de descanso se perdieron en tratar de convencer a los dos pequeños de que hicieran el siguiente tramo a pie, cuesta abajo, hasta la atalaya de La Veruela. 

De las dos formas posibles de bajar desde la Ojaraca hasta el valle del río Torete elegimos la de a cholón, en línea recta, por el cerro como las cabras. Guait estuvo poniendo a prueba sus tobillos y recordándome que al día siguiente, tenía que trabajar. No se podía lesionar. Entre un tono poco afectivo e irónico, se centró durante el descenso en qué “si hay camino, por qué vamos por medio del campo”.
Luego, en el camino que asciende a la atalaya de la Veruela nos adelantó el camión de los niños, que nos hicieron muecas de que nos pasaban como cohetes. La última parada fue más breve y pronto, pusimos rumbo a Bordecorex, el lugar dónde algunos suponen murió Almanzor, caudillo del califato de Córdoba. Allí, nos esperaba la comida (paella) y las sombras. La comida y la logística de la ruta se pagan a escote (fueron 16 €) y el número superó el de 250 participantes.

Hay que reseñar el tremendo esfuerzo que supone que las cosas salgan bien en esta serie de acontecimientos, y que gracias a personas comprometidas con unas ideas, hacen que sea posible. Graciasa las dos asociaciones convocantes y a los pueblos de Rello y Bordecorex. Por cierto, El Trébol de Castilla animó mucho con su música.







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