Desde el puerto de Cotos la senda que sube, híperseñalizada, con hielo y propicia a caídas, no tiene pérdida hasta la base de la laguna.
Es uno de los parajes naturales de más “romeros” de la Sierra de Guadarrama. Dicen que en los años ochenta se encontró una lavadora abandonada en la laguna. Ahora la laguna esta vallada, protegida por los problemas de erosión y del abandono de chatarra. Está declarada zona de máxima reserva.
El día 5 de enero estábamos no menos de 30 personas allí, comimos en una de las morrenas (esa que estamos de pie) y vuelta a Madrid fuimos a la Cabalgata de los Reyes.
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